Latinoamérica, un continente riquísimo en lo que puedas imaginar. Pienso que es el mejor de los continentes, sin lugar a dudas. Su mayor riqueza: su población. Para muchos pensar en eso es una tontería, siempre están con la vista hacia otros mundos, no pisan tierra, viven en la Exosfera, algunos –sobretodo los insanos políticos; otros, en la Estratosfera. Pocos en la Corteza; y, otros, los cobardes, prefieren ocultarse en el Manto o en el Núcleo terrestre.
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Su población, caldo de cultivo de las mejores ideas. Las supuestas mejores ideas que vienen de otras latitudes, ¿a qué nos llevaron? A guerras, injusticias, invasiones, hambre, soberbias y destrozos, solo a eso.
Poco habitado: una densidad poblacional de veintidós coma dos habitantes por kilómetro cuadrado, ni el diez por ciento de la población mundial en un gran espacio que representa el treita por ciento de la Tierra. Gente joven, aunque muy expuesta a los vicios importados. Nuestra cultura, una amalgama de riquezas: indígenas, negros, blancos, rubios, amarillos, etc.
Su riqueza natural, una de las mayores en todo el globo: una variedad extraordinaria de paisajes –selvas, desiertos, nieve, llanuras, ríos, mares, etc. La espina dorsal de mi planeta, en mi cordillera: los Andes. Selvas: la Amazonía…envidia de muchos! Próximo motivo de discordia e invasiones. El Chaco y el Pantanal: un deleite. Por nombrar a algunos lugares.
Nuestras saludables aguas por todos lados, y los zorros sedientos al asecho de nuestra querida Latinoamérica.
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